La irrupción del coronavirus en nuestras vidas ha trastocado todos los planes de presente y, sobre todo, de futuro. A nivel económico, la pandemia ha generado una crisis de la que, por ahora, solo tenemos incertidumbre y miedo a lo que se avecina o, al menos, es lo que pronostican los informes económicos de los expertos. En el plano provincial, la situación se torna más delicada aún con dos sectores seriamente tocados, el naval y el aeronáutico, y un turismo que necesitará de un fuerte empujón. La construcción, por su parte, demanda obra pública para seguir adelante. De todas estas incógnitas ha hablado este martes en las jornadas de La Mirada Económica de La VOZ-ABC, el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Javier Sánchez Rojas, que ha hecho una radiografía de la situación y un diagnóstico en su conferencia titulada «Cádiz: lo que nos viene sin anunciar: cómo afrontarlo». Estas jornadas están patrocinadas por la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Alesur, Telefónica. Azvi, Paradores, Viesgo, Hidralia y Bayport.

El director de LA VOZ, Ignacio Moreno, ha sido el encargado de presentar a Javier Sánchez Rojas y también de hacer una visión general sobre el impacto del coronavirus. De conferencias telemáticas, como la que protagonizó en mayo el presidente de los autónomos (ATA), Lorenzo Amor, o la que hizo en junio Juan Martínez Barea, CEO de Universal DX, a un nuevo encuentro ahora en el Parador de Cádiz, donde se ha desarrollado la ponencia de Rojas de manera presencial.

El presidente de la patronal ha reconocido nada más empezar el acto que «no hay duda de que la situación que hemos vivido, y que seguimos afrontando a día de hoy, ha sido algo sin precedentes, que ha supuesto un reto inesperado para el tejido empresarial de la provincia, como lo es a nivel global. Ni siquiera la crisis del 2008, que tanto nos costó superar, es comparable a los efectos que ha provocado y provocará esta pandemia».

Más de un centenar de personas ha asistido a esta jornada entre los que se ha podido ver al subdelegado del Gobierno, José Pacheco, al nuevo delegado de la Zona Franca, Fran González, al alcalde de Chiclana, José María Román, y al secrtetario general del PP, Bruno García. También al presidente de Horeca, Antonio de María, y al secretario de la patronal del Metal (Femca), José Muñoz.

Rojas ha destacado que no se sabe aún hasta cuándo o cómo van a llegar los cambios geoestratégicos. En su opinión «se esperan cambios que van a condicionar muy dramáticamente esta década»,, por ello ha reclamado dosis de unidad, esfuerzo y, sobre todo optimismo. «La pandemia nos ha puesto a prueba». En su opinión, «nos toca aprender y adaptarnos para un futuro inmediato plagado de incertidumbre económica, social y política. Nadie sabe qué va a ocurrir».

El Covid-19 nos ha puesto en un camino vital y existencial que no podíamos ni siquiera aventurar. ¿Quién no ha pensado estar viviendo la experiencia del confinamiento como si de un guión de película de ciencia-ficción se tratara?

El presidente de la patronal gaditana ha dividido su ponencia en varias partes. Así, ha destacado la fase del confinamiento, «que se superó con éxito y también las nuevas tecnologías que hicieron posible la continuidad de la actividad». Admite que no va a ser un camino fácil y «necesitaremos apoyo como país y como provincia».

Sánchez Rojas se ha referido a la situación que vivía Cádiz antes de la llegada del coronavirus con 61.000 empresas en 2019 y un crecimiento medio de 4.000 empresas al año. La tendencia era ascendente aunque se advertía una ralentización pero, pese a todo, el crecimiento era más que evidente en sectores como el naval, el aeronáutico y el turístico. Precisamente, avanzó Rojas, que el pasado 11 de marzo se celebró en la sede de la patronal de Jerez un encuentro donde se presentaron una serie de medidas en favor del comercio. Entonces se certificó que el ritmo de crecimiento era positivo, es decir, «se veían cifras de antes de 2008», lo que significaba que la crisis de aquel año empezaba a estar superada.

No obstante, antes del coronavirus se advertía también otro indicador que revelaba un alto porcentaje de economía sumergidaen la provincia y un paro que salpicaba a 150.000 personas. Sin embargo, la noche del 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma, «vimos como llegó una pandemia que se implantó sin manual de instrucciones para poder afrontarla». Pasadas las dos primeras semanas, la CEC trató de saber, a través de una primera encuesta, la repercusión del coronavirus en la actividad económica de Cádiz. El resultado fue un estado de coma inducido.

En opinión de Sánchez Rojas, «a las patronales nos ha tocado hacer de sanitarios y de trinchera». Las cámaras de comercio han sido clave para el mantenimiento de las exportaciones. Igualmente ha destacado la actividad que surgió con la elaboración de respiradores y mascarillas.

Optimismo y unidad

Hay una nueva normalidad, pero el presidente de CEC se conforma con tener la normalidad de antes. La reactivación empresarial necesita optimismo, sumar y afianzar la unidad territorial de la provincia de Cádiz. «El ritmo de crecimiento estará relacionado con la capacidad de generar acuerdos». En Cadiz este consenso, según ha apuntado Rojas, «se traduce en favor de un pacto general para doblegar la curva económica y recuperar nuestra fortaleza». Por tanto, es esencial la mejora de las infraestructuras, como por ejemplo, las conexiones ferroviarias, el desdoblamiento de la N-IV, la reordenación del nudo de Tres Caminos, la Ciudad de la Justicia o el nuevo hospital, entre otras actuaciones.

Las recetas pasan también por una rebaja de la presión fiscal. Los empresarios abogan por la competitividad y una flexibilización del pago de la energía. Rojas ha lamentado el retraso de proyectos estratégicos para Cádiz como la puesta en marcha de Las Aletas-Lógica. «No se puede hacer la guerra cada comarca o cada comunidad». Otra receta importante es la colaboración público-privada y que sea extrapolable a varios sectores.

El presidente de la CEC ha señalado que funcionan los ERTEs y por ello se solicita que se extiendan ahora de septiembre a diciembre. Es necesario, por tanto, una mejora de los avales públicos y, sobre todo, la ampliación de los periodos de carencia de los préstamos. El presidente de la patronal ha comentado que se está recuperando la actividad, «pero no al ritmo que nos gustaría».

Insiste en que tenemos que apostar por una reindustrialzación y exportar la importancia de nuestra industria. El futuro de la provincia pasa por una receta que ya dio Federico Linares, presidente de EY, y es que de esta crisis salimos gracias a las personas, es decir, con un incremento de la comunicación. Es el denominado talento interno.

Señala que hay dos puntos críticos que nos permitirán evaluar la situación de cara al futuro, por un lado, la campaña de verano y, por otro, la Navidad. En mitad, está la incertidumbre ante un nuevo confinamiento. El verano será un espejismo. El comercio y la hostelería necesitarán con total seguridad que se extiendan los ERTEs hasta final de año. Hay sectores y actividades, a juicio de la patronal, que necesitan ayuda. «Entendemos que el comercio y la hostelería, con optimismo en las campañas, irán a más. Es el escenario menos malo». Los respiradores de la economía son la liquidez y ahora, a corto plazo, los ERTE